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onversaba con un amigo sobre las necesidades de su congregación y le comenté: “necesitas preguntarle a tus miembros de qué cosas tienen necesidad.” Enseguida replicó y me dijo con firmeza: “¡No! A quien necesito preguntarle, es a Dios.»No quise corregir a mi amigo en ese momento porque había otras personas alrededor, pero estoy en desacuerdo con su posición tan radical. No necesitamos escoger entre lo uno y lo otro. Ambas cosas no son mutuamente exclusivas. Podemos preguntarles a Dios y a los miembros de la congregación.
Es más, nuestro deber como buenos líderes es el de rodearnos del consejo sabio:
Sin dirección, la nación fracasa; el éxito depende de los muchos consejeros.
Proverbios 11:14
Y ¿qué mejor manera de rodearse de muchos consejeros que una encuesta? Por eso te quiero ofrecer 8 razones del por qué debes conducir una encuesta.
1. ¿Qué es una encuesta?
Según el diccionario de la lengua española de la Real Academia, una encuesta es un “conjunto de preguntas tipificadas dirigidas a una muestra representativa de grupos sociales, para averiguar estados de opinión o conocer otras cuestiones que les afectan.”*
Si queremos ser más efectivos en el ministerio; si nuestro interés es ministrar a la gente desde el lugar de desesperanza donde se encuentran para guiarles a tener un encuentro con el Dios de la esperanza, ¿no es acaso de nuestra incumbencia conocer las cuestiones que les afectan?
2. ¿Por qué una encuesta?
Puedes dirigir no una, sino varias encuestas, a distintos grupos de personas. Por ejemplo, una para la membresía general de tu congregación, otra para el grupo de jóvenes y otra para la gente del vecindario que te rodea.
Con cada encuesta disfrutarás una serie de beneficios:
- Conoce a tu prójimo como a ti mismo. Una encuesta te pondrá los pies sobre la tierra. Como un mosaico de fotografías, de las muchas voces de una encuesta emergerá un nuevo conocimiento de tu realidad local
- Revelará la opinión de tus miembros en asuntos de fe y doctrina, lo cual te permitirá enfocar tu predicación y tus programas educativos
- Podrás orar mejor por los miembros de tu congregación y por la ciudad donde radicas al saber la condición de la gente
- Aprenderás qué iniciativas serán las más acertadas para realizar tu ministerio ya que atenderán las necesidades reales de forma directa
- Desarrollarás relaciones de apoyo mutuo ya que tu disposición a escucharles estimulará la disposición de ellos a escucharte
- Podrás conversar con propiedad con las autoridades y las empresas de la ciudad para canalizar las ayudas disponibles
- Ahorrarás dinero puesto que no estarás gastando en cosas que la gente no necesita recibir
- Podrás usarla como herramienta de alcance. Por lo general, la gente está más dispuesta a responder las preguntas de una encuesta que si les abordas de entrada para hablar de religión
Por estos y otros beneficios, la encuesta se ha convertido en el método de investigación social por excelencia.
3. ¿Cuáles son los elementos básicos de una encuesta?
Existen por lo menos cinco cosas que se deben decidir durante la planificación y el diseño de toda encuesta.
- Enfoque: El enfoque responde a la pregunta, ¿cuál es el objetivo que queremos lograr?
- Muestra: La muestra es el grupo de personas a quienes va dirigida la encuesta y responde a la pregunta, ¿a quiénes deseamos conocer mejor?
- Preguntas: Es importante hacer las preguntas correctas, redactadas de la forma correcta, con el tipo de pregunta correcto (selección múltiple, verdadero o falso, o de redacción libre, por ejemplo) y en la cantidad correcta. Todo esto determinará el tiempo que se necesita para completarla, y no puede ser muy larga
- Conteo: Cada tipo de pregunta provee distintos tipos de datos que se pueden contabilizar de manera diferente. El conteo está relacionado con la manera como se almacenan dichos datos y se calculan los números finales
- Análisis: Esto tiene que ver con la presentación de los datos para facilitar la toma de decisiones. ¿Usarás tablas? ¿Usarás curvas, barras o gráfico de sectores? ¿De qué manera esa presentación de la data informa tus decisiones?

Es mucho lo que puedes aprender de una encuesta. Aun así, me sorprende ver lo poco que se usa en algunos ministerios. Es recomendable que hagas una encuesta general cada año a tu congregación y otra a tu comunidad. Esto te permitirá revisar el pulso de tu ministerio con regularidad y asegurarte que está vivo y vigente en el lugar donde te desempeñas.
Por fortuna, los sistemas computarizados son ideales para lidiar con todos los datos generados por una encuesta y se han desarrollado aplicaciones de software de uso fácil para diseñar, realizar y analizar tus encuestas. Este será el tema de mi próximo artículo.
Y tú, ¿habías considerado los muchos beneficios de conducir una encuesta? ¿Has realizado una encuesta en tu ministerio?
* Encuesta, Real Academia Española, [http://dle.rae.es/?id=FB7OOOp], accedido por última vez el 22 de marzo de 2016.
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